domingo, 23 de febrero de 2014

La realidad

Todo era demasiado perfecto para ser verdad. Pero esto es la realidad, y quieras o no, los finales, no son felices.
Yo te quería. Te quería más que a mi vida. No podía estar sin ti. Hasta que me abristes los ojos y me hiciste ver quién eras de verdad.
Creía que habías cambiado. Que de verdad habías "madurado". Pero me equivoqué. Seguias siendo el mismo de antes. Seguias siendo el mismo niñato inmaduro que juega con los sentimientos de los demás.
Hoy salgo contigo pero mañana me habré cansado de ti, te dejaré y unas horas después ya estaré con otra. Ese eres tú.
Jugaste conmigo. Te aprovechaste de mi. Me mentiste. Me hiciste mucho daño y ahora no se si podré perdonarte.
Recuerdo cuando preparaste una cena para los dos en tu casa. Pusiste pétalos de rosa por toda la casa haciendo un camino que iba desde la entrada hasta tu habitación pasando por la mesa. Hiciste spaguettis y de postre chocolate con fresas y nata. En tu cama hiciste un corazón con los pétalos y pusiste algunas velas. Ese día fue muy especial. Ese día me mirastes a los ojos y me dijiste que me amabas y que querías pasar el resto de tu vida a mi lado. Y yo, muy imbécil, te creí.
Pero ¿sabes? Siempre recordaré los mejores momentos que pasé a tu lado. Supongo que te quiero demasiado como para odiarte.
Sólo quiero decirte una cosa: si alguna vez decides sentar cabeza, hazlo. Pero sólo si realmente quieres a la persona que tienes a tu lado. No le hagas daño nunca.

2 comentarios:

  1. Me has dejado alucinada, es un texto precioso y muy doloroso también ^^ Y oye, tienes mucho talento, una ortografía excelente y una manera de expresarte perfecta. Ya queremos más!!
    Un besote y feliz literatura!

    ResponderEliminar