sábado, 22 de febrero de 2014

Si tú lo dices

Hoy es uno de esos días en el que deseas llegar a casa, tumbarte en la cama y poder olvidar todo lo ocurrido hoy. Nadie nunca pensaría que esto ocurriría. Él y tú, juntos, felices. Caminando por las calles de New York o incluso Vancouver. Y, de pronto, te encuentras con esto, deseando que sea solo una pesadilla, deseando despertarte a su lado. Pero una voz en tu mente te repite una y otra vez que esto, esto es la vida real y que eso no volverá ocurrir. Que él no volverá. Que ya no sentirás sus caricias, o sus besos, o sus manos sobre tu barriga sintiendo las primeras pataditas de vuestro hijo. Caminas por las calles de New York, sin rumbo. Sin darte cuenta, te encuentras en ese sitio en el que veníais los dos juntos. Miras al cielo y una gota de lluvia cae sobre tu rostro. Sonríes. Piensas que es él. Crees que esa es su forma de decirte que sigue enamorado, que sigue a tu lado y que pase lo que pase siempre lo estará. Recuerdas ese día en el que le dijistes que estabas esperando un hijo suyo. Tenías miedo de decírselo porque ni siquiera estabais casados pero cuando se lo dijistes te besó y te dijo que le habías hecho el hombre más feliz del mundo. Entonces, empiezas a llorar y a gritar a más no poder, mal diciendo una y otra vez a ese camión que le atropelló. Deseas dejarlo todo, deseas morirte, sabes que no podrás estar sin él. Pero también sabes que él te mira orgulloso desde ahí arriba porque aunque lo estés pasándolo fatal, sigues adelante, lo haces por él y por la vida que llevas en tu vientre, el fruto de vuestro amor. Notas a tu hijo moverse y te sale una pequeña sonrisa en el rostro e inconscientemente le hablas.

- Bryan... Se ha movido, cariño... Se ha movido...
Recuerdas ahora, sus últimas palabras que se repiten una y otra vez en tu cabeza "si tu lo dices". Tuvisteis una conversación por teléfono unos minutos antes de que fuera atropellado. Estabais discutiendo sobre el nombre del bebé aunque era muy temprano para hablar sobre eso, ni siquiera sabíais si era niño o niña...
- Cariño, tengo que colgar... Luego te llamo... Te quiero+Vale... Yo a ti más...-Si tu lo dices
Encontraron en su bolsillo una cajita con un anillo de boda dentro. Lágrimas vuelven a caer por tu rostro. En ese momento notas a alguien detrás tuya, apoyando sus manos sobre tus manos qué están apoyadas en tu barriga. Notas a alguien dándote un beso en la cabeza como lo hacía él. Puedes oler su colonia. Esa colonia que tú le regalaste por su cumpleaños. Crees que todo eso es real pero te das la vuelta y no le ves. No está ahí. Ya no volverá. Pero sabes que te ama, y que, aunque esté a miles y miles de kilómetros, nunca te olvidará y tu a él tampoco.


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